La Barcelona mágica del lumpen de los años veinte y treinta se perdió en el tiempo. Casi un siglo después queremos recuperar brevemente parte de la idiosincrasia de esa lúgubre sociedad semiclandestina, que convirtió a la capital portuaria del sur de Europa en un referente de la juerga libertina y el espectáculo delirante. En la imagen, interior del tugurio La Criolla visto desde la orquesta.
Ser uno más
¿Cómo hacer las fotografías más naturales de los ambientes que han dado nombre al conocido Barrio Chino? Pues siendo uno más. Esta es la clave del veterano fotógrafo Toni Garriga. Ir a dar una vuelta por los bares del Raval con este Peter Pan supone olvidar las horas, la convenciones […]