El estado suizo ha optado por reflotar uno de sus buques insignia. Se trata del banco Credit Suisse, que entro casi en quiebra técnica esta semana, tras una caída superior al 30% de sus acciones, después de varios meses a la deriva.
Así, el estado ha dado luz verde a un préstamo superior a los 50 mil millones de francos suizos (unos 54.000 millones de dólares) que concederá el Banco Nacional Suizo (BNS). Este dinero se usará primero para recomprar alrededor de 3.000 millones de francos suizos de su deuda en un intento por aumentar la liquidez y calmar a los inversores.
Credit Suisse llegó a esta situación después que el presidente del Saudi National Bank, un importante accionista del banco suizo, descartara cualquier inversión adicional. También contribuyó las turbulencias en acciones bancarias globales a raíz del colapso de Silicon Valley Bank.
La inyección económica es el último intento de Credit Suisse por recuperar la confianza de los inversores después de una serie de escándalos y reveses que han sacudido al banco suizo, llevando el precio de sus acciones a un mínimo histórico. Y es que las acciones del banco, que recaudó 4.000 millones de francos suizos de capital hace solo unos meses, habían bajado un 39 por ciento este año y un 85 por ciento en los últimos dos años. Tras el anuncio del rescate, este jueves, las acciones de Credit Suisse han subido más del 20 por ciento en Zúrich.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.