Las protestas antigubernamentales comenzarón el martes después de la muerte a tiros de Nahel, de origen argelino, en Nanterre, a las afueras de París, la capital, donde el adolescente de 17 años se negó a detener su coche tras la petición de agentes.

Las imágenes del racismo policial, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en un levantamiento popular sobre todo en los barrios importantes de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.

El viernes, por cuarta noche consecutiva, estas protestas sacudieron ciudades de toda Francia, a pesar del despliegue sin precedentes de unos 45 000 blindados y policías para tratar de sofocar la gente.

A pesar de la movilización de decenas de miles de agentes de las fuerzas del orden con vehículos blindados y helicópteros, miles de personas siguen protestando en todo el país.

Los jóvenes manifestantes se enfrentaron a la policía, y al menos, 1311 de ellos fueron detenidos y 79 policías resultaron heridos, según ha informado el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin.

Esto mientras, las autoridades francesas hasta la fecha no han revelado la cifra de civiles heridos durante las protestas.

Ante tal coyuntura, el presidente galo, Emmanuel Macron, ha decidido este sábado posponer su visita a Alemania que estaba programada para comenzar este domingo y terminar el próximo martes, a consecuencia del levantamiento popular que atraviesa el país.

“Habida cuenta de la situación interna, el presidente de la República ha indicado que deseaba poder quedarse en Francia estos próximos días. Los dos presidentes han convenido, por tanto, posponer la visita a Alemania para una fecha posterior”, se lee en el comunicado de Elíseo.

Anteriormente, el mandatario francés, tras una reunión de crisis, aseveró el viernes que las redes sociales y las plataformas de videojuegos “están desempeñando un papel importante” en las protestas civiles de los últimos días.

Tras calificar la situación de “inaceptable” e “injustificados”, Macron subrayó que su Gobierno va a implementar medidas (restrictivas) para eliminar el contenido provocativo en las redes sociales y que estas redes deben eliminar el contenido sensible y asumir su responsabilidad.

La muerte de Nahel es el segundo tiroteo fatal en tales circunstancias en Francia en 2023, después de un récord de 13 muertos por tiroteos policiales durante controles de tránsito el año pasado. Naciones Unidas ha pedido a París que se ocupe seriamente de los profundos problemas de racismo en sus fuerzas de seguridad.

Racismo policial

“Este es un momento para que el país aborde con seriedad los problemas profundos del racismo y la discriminación entre las fuerzas del orden”, aseveró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en una rueda de prensa en Ginebra el viernes.

De este modo, reaccionó a la muerte del adolescente Nahel, de 17 años, quien fue asesinado después de recibir un tiro de un policía tras negarse a parar en un control de tráfico el pasado martes en Nanterre, a las afueras de París, la capital.

En alusión a las protestas que ha provocado el asesinato del menor en el país europeo, Shamdasani pidió a las autoridades francesas que garanticen que el uso de la fuerza por parte de la policía “siempre respete los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación, precaución y rendición de cuentas”.

La ONU indicó que debe investigarse rápidamente cualquier “uso desproporcionado de la fuerza” mientras que sólo el viernes fueron desplegados 45 000 blindados y policías para tratar de sofocar la gente y se ha detenido al menos 1311 manifestantes.

Las imágenes del racismo policial contra Nahel, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en un levantamiento popular sobre todo en los barrios importantes de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

Comparte: