La titular del juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona ha archivado las diligencias contra la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau por un supuesto delito de odio tras suspender las relaciones con Tel Aviv.
Según ha confirmado la Agència Catalana de Notícies (ACN), la jueza ha archivado la investigación porque, entre otros, entiende que sea o no procedente el hecho de mantener una relación de cooperación con otra ciudad, el hecho que esta se suspenda es una cuestión de «carácter político» que hay que abordar mediante los mecanismos propios de la actividad municipal. Las denuncias contra Colau fueron presentadas por los abogados Francesc Jufresa y Ferran Grases y la entidad Acció i Comunicació a l’Orient Mitjà (ACOM).
La resolución judicial indica que no se puede considerar que el acto administrativo que se cuestiona en las denuncias pueda entrar dentro de una resolución «manifiestamente injusta» exigida por el tipo penal en casos de delito de prevaricación.
En cuanto al delito de odio, la jueza remarca que hace falta una incitación directa o indirecta al odio contra un grupo, una parte de él o una persona determinada por razón de pertenencia o por motivos racistas, antisemitas u otros. En este caso, añade, el decreto de alcaldía y la comunicación realizada al primer ministro de Israel y a la embajada de este país indica que se trataba de consideraciones en relación con Israel y sus instituciones oficiales. Esto, según la magistrada, no puede considerarse un delito de odio, sea políticamente oportuno o no.
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