Un enfrentamiento entre la Guardia Urbana y monitores del Esplai del Pi acabó con dos personas detenidas la madrugada del domingo en la plaza de Sant Josep Oriol, en el barrio Gòtic, que han sido puestas en libertad este lunes por la tarde. Los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada, justo cuando terminaba la fiesta con la que celebraron los 49 años de la entidad. La Guardia Urbana hizo uso de espray de pimienta que, según el Ayuntamiento, se considera un elemento de defensa. Las versiones de los hechos son contrapuestas.

El ‘esplai’ denuncia agresiones una vez terminada la fiesta

Desde el esplai relatan que una patrulla de la Guardia Urbana llegó al lugar una vez terminada la fiesta, cuando estaban recogiendo, y se dirigieron a la barra para pedir la documentación del evento e identificar a dos personas. En paralelo, miembros de la entidad aseguran que los agentes grabaron a dos personas que estaban bebiendo alcohol en la calle, aunque la fiesta tenía permiso para vender, y a partir de ahí empezaron los forcejeos.

Los monitores denuncian que había más policías que simpatizantes de la entidad. Aseguran que los agentes cogieron a varias personas por el cuello, que recibieron puñetazos en el estómago y que a algunos los inmovilizaron con la rodilla en el cuello, provocando asfixia, entre otros hechos. En consecuencia, afirman que hay al menos una persona con varios dedos rotos, otra con un esguince y otros con contusiones y golpes, además de personas con ataques de ansiedad y estrés postraumático.

Lanzamientos contra la policía, según la Guardia Urbana

La versión de la Guardia Urbana, en cambio, es distinta desde el principio. Aseguran que se personaron en la plaza tras recibir quejas vecinales porque el concierto se estaba alargando más de lo autorizado. Según su versión, pidieron que se detuviera la fiesta, pero los asistentes respondieron con insultos y lanzamiento de latas.

Según la versión policial, los agentes intentaron dirigirse a una organizadora, pero recibieron empujones y, al intentar llevarse a dos organizadoras a una zona más tranquila para explicar el motivo de la actuación, fueron golpeados y agredidos por la espalda. Es por este motivo, aseguran, que tuvieron que hacer uso de las defensas, que incluye porras extensibles y spray pimienta, mientras seguían los lanzamientos contra ellos. Según esta versión, hay dos agentes con heridas leves y arañazos.

A los detenidos se les atribuye un presunto delito de atentado a la autoridad. Este lunes pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad poco antes de las seis de la tarde. Ante estos hechos, el Esplai del Pi ha convocado una concentración el próximo viernes 26 de mayo a las 17:30 h en la plaza de Vicenç Martorell, frente a la sede del distrito de Ciutat Vella, “para denunciar y confrontar la violencia recibida”, han explicado en un tuit en Twitter.

Iridia pide investigar el uso de espray y porras

El Centro de Defensa de los Derechos Humanos Irídia pide investigar la actuación de la Guardia Urbana con los monitores del Esplai del Pi. La entidad considera que la actuación “podría ser ilícita”, según han afirmado en su perfil de Twitter. Ante los hechos, el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que se ha abierto una investigación interna.

Según Irídia, los “irritantes químicos” sólo deberían utilizarse “cuando el personal de las fuerzas del orden tenga motivos para creer que existe una amenaza inminente de daño”. En cambio, dicen que nunca deberían utilizarse “en situaciones de resistencia puramente pacífica”.

El Esplai del Pi también ha denunciado que varias personas fueron agredidas “por grabar una identificación”. En este sentido, Irídia remarca que no es ilegal grabar imágenes de una actuación policial y que “eso no puede ser motivo de sanción ni intervención por parte de los agentes”.

Irídia ha puesto a disposición de las personas afectadas el servicio gratuito de atención y denuncia ante situaciones de violencia institucional.

El Ayuntamiento ha abierto una investigación interna

En otro mensaje también en Twitter, el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, ha afirmado que está “muy preocupado” por lo ocurrido y que “se ha abierto una investigación interna para esclarecer los hechos”. Asegura, además, que “tanto yo como mi equipo estamos en contacto con las vecinas afectadas”.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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