La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) ha impuesto una multa de 122.910 euros a la asociación Élite Taxi, mayoritaria entre los taxistas del área de Barcelona, por promover el boicot contra Uber presionando a los taxistas para que no se añadieran a la aplicación de ésta u otras plataformas similares.

El comunicado de la ACCO, organismo dependiente de la Generalitat, señala que la conducta de Élite Taxi fue anticompetitiva porque tenía como objetivo «obstaculizar la prestación de servicios de mediación por parte de Uber y otros operadores», para «impedir la entrada o la consolidación» de estas empresas en el mercado.

El organismo refleja que Élite Taxi «inició una campaña de presión» dirigida a los taxistas, tratando de desacreditar a Uber, y que también ejerció presión sobre los propios profesionales advirtiéndoles de «consecuencias negativas» de trabajar con esta plataforma.

Además, la ACCO constata que se difundieron «datos personales, números de licencias y de matrículas de los taxistas adheridos», que se «obstaculizó su actividad», y que Élite Taxi envió «pautas de cómo debían realizar acciones de presión y coacción contra los demás taxistas colaboradores de Uber y otros operadores».

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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