Las autoridades militares ucranianas denunciaron a primera hora del martes la voladura por parte de las fuerzas rusas de la presa de Kajovka, situada a unos 70 kilómetros de la ciudad de Jersón río arriba, en el sur de Ucrania, lo que ha provocado inundaciones y ha obligado a iniciar la evacuación de urgencia de los habitantes de la zona afectada. Rusia, por su parte, acusó a Kyiv de haber destruido la central hidroeléctrica, que contenía 18 millones de metros cúbicos de agua, con el fin de cortar el suministro de agua a Crimea.
“El ejército ruso ha llevado a cabo otro ataque terrorista. Han volado la presa de Kajovka”, dijo el jefe de la Administración Militar de la provincia de Jersón, Oleksandr Prokudin, en un vídeo dirigido a la población de la zona. La empresa pública hidroeléctrica ucraniana, Ukrhidroenergo, aseguró en un comunicado que los daños causados a la central son “irreparables” y fueron causados por “una detonación en la sala de máquinas desde el interior”.
El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak ha calificado la voladura de la presa de “crimen de guerra” y “ecocidio”, y ha publicado un vídeo que muestra supuestamente cómo el agua empieza a desbordarse de la presa dañada. “Los rusos serán responsables de la falta de agua potable para la gente del sur de la región de Jersón y de Crimea, por la posible destrucción de algunas localidades y de la biosfera”, añadió Yermak.
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