La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha decretado la situación excepcional por sequía extraordinaria para la unidad del Baix Ebre, que comprende desde Mequinenza hasta el delta del Ebro.

La declaración de este jueves plantea una reducción de las concesiones de riego, que están ya al 50%, y estima que las pérdidas del cultivo de arroz tendrán un coste de 70 millones de euros. En cuanto a la producción de moluscos de las bahías del Delta, también se prevé una reducción del 30% porque no llegará suficiente agua dulce.

Con este contexto, el gobierno catalán insiste en que es necesario garantizar los caudales ecológicos de los canales en los 20 metros cúbicos por segundo para llegar a los campos de arroz y para su uso ambiental en las bahías y lagunas.

Mientras, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural ha puesto en marcha las tablas de seguimiento del Plan integral de gestión del agua dulce del delta del Ebro (PIGADE) para recoger «experiencia, conocimientos y puntos de vista» de los diferentes actores del delta del Ebro con el objetivo de «materializar las actuaciones previstas en el plan» y coordinar el uso ambiental de los caudales.

El PIGADE prevé una inversión de 36,7 millones de euros para la gestión integral del agua dulce del delta, un plan que se añade a las acciones de la Estrategia Delta relacionadas con la gestión de los sedimentos, la estabilización del frontal deltaico y la protección de la parte interior del Delta.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

Comparte: