Un joven ha sido juzgado este lunes en un juzgado de lo penal de Barcelona por presuntamente haber impedido una manifestación monárquica durante una visita del rey de España a la capital catalana en octubre de 2020. La fiscalía le pide dos años y medio de prisión por coacciones para impedir el derecho fundamental de manifestación con la agravante de abuso de superioridad y discriminación ideológica. El joven ha negado los hechos, pero varios mossos d’esquadra lo han identificado claramente como uno de los manifestantes independentistas que dieron empujones al grupo monárquico, pintó una cruz en una bandera monárquica y pintó un coche de la Guardia Urbana.

El 9 de octubre de 2020 el rey Felipe VI y el presidente español, Pedro Sánchez, presidieron en la Estación de Francia la entrega de los premios BNEW. Alrededor se concentraron centenares de independentistas y antimonárquicos, con un fuerte dispositivo policial. Por su parte, la asociación Concordia Real Española hizo llamamientos a movilizarse a favor del rey. En un momento determinado aparecieron en la zona una decena de personas a favor de la monarquía con banderas españolas y una pancarta que decía ‘España os ama’.

Muchos de los concentrados independentistas rodearon este pequeño grupo, se produjeron empujones, golpes e insultos, además de tirarles agua con pintura. Una de las mujeres llevaba una bandera española donde le pintaron una cruz con un spray. Según la fiscalía, el acusado pintó esta cruz y fue uno de los que dio golpes e insultar a los promonárquicos. Cuando los antiaéreos de los Mossos evacuaron al grupo promonárquico, algunos manifestantes les siguieron, y el acusado habría pintado un coche de la Guardia Urbana con el mensaje ‘puta poli’.

En el juicio el acusado ha explicado que quedó con unos amigos para ir a la movilización antimonárquica. Como estos llegaron muy tarde porque fueron identificados por los Mossos, decidieron ir directamente a comer. Sin embargo, cuando ya marchaban, fueron identificados de nuevo y allí teóricamente sancionaron a uno de los jóvenes y le encontraron un spray al acusado, aunque no consta policialmente. Ni el acusado ni un amigo suyo se han reconocido en una foto de la policía.

En cambio, varios mossos de la brigada de información han explicado que vieron cómo los independentistas rodeaban a los promonárquicos y pidieron a los antiaéreos que evacuaran a los españolistas. Entre cuatro agentes fueron siguiendo visualmente al acusado gracias a la ropa que llevaba, han explicado, a quien habían visto pintar con spray la bandera española. También lo vieron pintar el coche policial y cómo se sacaba la sudadera y la guardaba en la mochila.

Cuando la calle ya se había reabierto al tráfico porque el acto del Rey se había acabado, los manifestantes se dispersaron y fue entonces cuando los agentes de información pidieron a los antiaéreos que identificaran y acorralaran al acusado.

La defensa ha querido remarcar que la investigación tuvo algunas lagunas, ya que inicialmente se acusaba al acusado de daños, pero finalmente ni la mujer afectada ni la asociación convocante han reclamado, y tampoco lo ha hecho la Guardia Urbana por el coche pintado. La letrada también ha destacado que la supuesta víctima dijo a instrucción que la habían insultado y golpeado, y este lunes lo ha negado durante el juicio.

También ha dicho que la Audiencia de Barcelona vetó algunas diligencias que proponía el juez instructor al considerarlo una investigación prospectiva. Por último, ha remarcado algunas contradicciones que han sostenido los mossos d’esquadra. La abogada pide la absolución o como alternativa, una pena menor por dilaciones indebidas.

 

 

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