La entidad Irídia ha identificado al agente escopetero de los Mossos d’Esquadra que disparó a un chico en Barcelona en 2018, que resultó herido gravemente y perdió un testículo. Los hechos ocurrieron durante las protestas en Barcelona el 21 de diciembre de ese año, contra la celebración extraordinaria de un consejo de ministros.

Aunque la División de Asuntos Internos de los Mossos hizo una investigación interna, no se llegó a saber nunca quién había disparado el proyectil. Desde la DAI alegaron que era imposible individualizar al autor de los hechos. Tres agentes declararon en sede judicial y reconocieron haber disparado proyectiles ese día, pero aseguraron que no recordaban quién había efectuado el disparo. Actualmente, el caso está en fase de instrucción y hay cinco agentes investigados. Ahora, habrá que esperar qué decide el juez con las pruebas que ha presentado Irídia.

Irídia ha podido identificar al agente a partir de un informe pericial que analiza las imágenes de ese día. Según la entidad, la víctima, que se llama Ignasi, se encontraba en un punto donde la situación «no era especialmente complicada» y aseguran que él no estaba realizando ninguna conducta delictiva ni lanzamientos de ningún tipo. Tras recibir el impacto del proyectil de «foam», lo intervinieron de urgencia, pero terminó perdiendo el testículo.

Desde Irídia consideran el caso especialmente grave, por la lesión severa que sufrió la víctima y porque consideran que no se siguió el protocolo. Además, denuncian que uno de los cinco agentes que el 21 de diciembre de 2018 efectuaron disparos en la zona, no iba identificado con el número operativo policíaco e incumplía, pues, lo que marca la normativa.

Irídia y Amnistía Internacional han pedido que se mejoren los mecanismos de control policial. Consideran que no son suficientes y que, en este caso, además, se ha demostrado que los protocolos de investigación interna no funcionan. Recriminan que tenga que ser la sociedad civil quien haga este trabajo, «tal y como ya pasó en el caso de Roger Español». Creen que ante casos graves, se debería poder identificar a los agentes rápidamente y no «perpetuar la impunidad». Insisten, además en que los proyectiles de espuma son muy lesivos y exigen que se retiren.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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