«No sabemos dónde ir, dónde estaremos seguros», dice Mohamed Abu Ali, uno de los ciudadanos de Gaza. El ejército de Israel ha dado 24 horas a los civiles para evacuar la ciudad y dirigirse hacia el sur ante lo que parece una ofensiva inminente.
«Basta de sufrimiento, estamos en el séptimo día y nos están matando. Nos despertamos bajo la muerte y destrucción de las bombas», añade desde una calle llena de escombros y rodeado de palestinos que huyen de casa, ante el aviso de Israel, que algunos han recibido en forma de lluvia de papeles advirtiéndoles.
Son un millón cien mil personas, las que la ONU calcula que viven en el norte de la Franja de Gaza, que sufren bombardeos constantes desde el sábado. Es una de las zonas más densamente pobladas del mundo y sus habitantes no tienen recursos para desplazarse.
Hay poquísimos refugios, como las escuelas de la ONU, que están totalmente saturadas. En este sentido, la agencia de los refugiados palestinos (UNRWA) ha anunciado que traslada su centro de operaciones central y su personal internacional al sur de la Franja. Y asegura que ahora mismo hay 270.000 personas refugiadas en 102 escuelas: «Son instalaciones de la ONU y deben ser protegidas en todo momento y nunca deben ser objeto de ataques de acuerdo con el derecho internacional humanitario».
Según datos del Ministerio de Salud de Gaza ya hay casi 1.800 palestinos muertos en los bombardeos, entre ellos 500 criaturas, y más de 6.300 heridos.
La UE considera «poco realista» el ultimátum de Israel
El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, ha considerado hoy «poco realista» el ultimátum de evacuación dado por el ejército israelí.
«Las alertas son positivas, pero deben ser realistas para evitar consecuencias humanitarias devastadoras», ha afirmado Borrell, en la línea de las ya realizadas por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
El jefe de la diplomacia europea ha reiterado la «profunda preocupación» de la UE por el deterioro de la situación humanitaria en Gaza ante la escasez creciente de combustible, agua, electricidad, comida y suministros médicos.
«Crear un bloqueo de estos productos incumple la ley internacional», ha añadido. Al tiempo que ha apoyado los esfuerzos para ayudar a aliviar la situación «incluyendo la petición de crear corredores humanitarios para la llegada de ayuda».
«Mover a los pacientes hospitalarios es una condena a muerte»
El Ministerio de Salud palestino ha informado a la OMS de que es imposible evacuar a pacientes hospitalarios vulnerables del norte de Gaza. Así lo ha transmitido el portavoz de la OMS en Ginebra, Tarik Jasarevic, y ha añadido que desplazar «estas personas es una condena a muerte»: «Mover pacientes muy enfermos, incluidos niños, que dependen completamente de apoyo médico vital para sobrevivir, y pedir al personal médico que evacue, va más allá de la crueldad».
Jasarevic ha recordado que la OMS tiene a punto suministros médicos en Egipto que esperan hacer llegar hasta Gaza si se abre un corredor humanitario. En estos momentos, sin embargo, el único corredor posible es el de Rafah, en la frontera con Egipto y punto de entrada que no está controlado por Israel.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.