Que fácil lo tienen los maestros y profesores en los USA para dar clases de historia, el cine americano ha dedicado millones de metros de celuloide para relatar la historia de su país, consiguiendo que el mundo mundial conozca los diferentes acontecimientos que han configurado la historia de los Estados Unidos de America.
Que fácil lo tienen los maestros y profesores en los USA para dar clases de historia, el cine americano ha dedicado millones de metros de celuloide para relatar la historia de su país, consiguiendo que el mundo mundial conozca los diferentes acontecimientos que han configurado la historia de los Estados Unidos de America.
Selma es la última aportación al cine histórico, dirigida por Ava DuVernays y producida por Oprah Winfrey y Brad Pitt entre otros. Esta película nos describe uno de los momentos álgidos del movimiento liderado por Martín Luther King, la exigencia a las autoridades de eliminar las trabas legales y burocráticas que impidían el voto a los afroamericanos en algunos estados del sur.
Después de conseguir el derecho a la igualdad, firmada por Lindon B. Johnson, el recién premio nobel Dr. Martin Luther King Jr. exigió a la administración americana el voto de la población afroamericana sin ningún tipo de trabas burocráticas. Para ello organizó una histórica marcha desde Selma hasta Montgomery la capital del estado de Alabama, retando a las autoridades, al ku klux clan y al racista gobernador del estado George Wallace (Tim Roth).
Esta es la historia de esas jornadas históricas, la directora resuelve el retrato de Martin Luther King (David Oyelowo), sin toques de heroísmo, humanizando un líder idolatrado, con toques claroscuros, y nos muestra la tensa relación con su mujer Coretta Scott King (Carmen Ejogo), Aunque la película también nos deja imágenes de escenas épicas y dramáticas de lo que sucedió en aquelllos días.
Algunos personajes aparecen con la pátina del tiempo transcurrido, como ese Malcom X conciliador, que busca llamar la atención de las autoridades locales para que el movimiento de Luther King consiga sus objetivos, o un presidente Johnson (Tom Wilkinson) sucesor del asesinado J.F. Kennedy, que pasará a la historia por haber firmado dos de las leyes más importantes para los afroamericanos de USA, la Ley de Derechos Civiles en 1964, y la Ley de Derecho de Voto en 1965.
La película empieza en 1964, Martin Luther King recibe el premio Nobel, después de conseguir con su no violencia y una táctica constante de acciones y de movimiento de masas que se promulgue la Ley de Derechos Civiles en 1964, tras este gran éxito el movimiento pro derecho civiles quiere conseguir el voto sin trabas de la población afroamericana en algunos estados del sur de los Estados Unidos. La película se ciñe a esta etapa histórica. Las peticiones de Martín Luther King al presidente Johnson para firmar la ley del derecho al voto y ante la negativa del presidente, los preparativos de la marcha, y la apoteosis del triunfo de la voluntad de Martín Luther King y de los defensores de los derechos humanos.
Junto al perfil del personaje de Martin Luther King donde se mezclan las dudas, los compromisos y las debilidades humanas, la directora intercala habilmente en la película escenas de gran crudeza como la humilllación de un pueblo, racismo y muerte, formando un conjunto histórico reivindicativo y grandioso. El guión utiliza fragmentos de las escuchas telefónicas del FBI y la CIA, realizadas aMartin Luther King. El omnipresente David Oyelowo consigue una buena actuación y emula los gestos y hasta el tono de voz del líder, algunos fragmentos de discursos aparecen en la versión original a través de la TV, con la voz original de Martin Luther King, Oprah Winfrey también aparece como una tozuda activista, así como un exagerado Tom Wilkinson en la piel del patan presidente Johnson, todos los actores saben que están recreando un momento histórico y se nota en la actuación sentida de los secundarios.
Cuando vean esas imágenes recuerden que eso pasaba en la cuna de las libertades hace tan sólo 50 años. Mientras estos hechos sucedían en la distancia, los jóvenes españolas lo vivimos con envidia, como una conquista de la voluntad de un pueblo marginado y menospreciado. Porque también nosotros malvivíamos en una dictadura de 25 años que tampoco permitía votar. Así hasta la muerte del dictador y la llegada de la democracia a finales de los años 70.
Estreno 6 de marzo de 2015
