Miguel Arrufat Pujol es el fundador y principal impulsor del grupo Proeduca, matriz de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Bajo su liderazgo, UNIR ha consolidado un modelo de educación superior online que combina innovación tecnológica con acompañamiento humano. Sitúa al profesorado como palanca central de la calidad académica, la investigación aplicada y la empleabilidad.

¿Quién es Miguel Arrufat? Perfil y datos esenciales

Miguel Tomás Arrufat Pujol, nacido en Amposta (Tarragona), es licenciado en Filosofía y Letras por la Universitat Autònoma de Barcelona y cuenta con un MBA por IESE. Emprendedor del sector educativo, es fundador, consejero delegado y máximo accionista de Proeduca, el holding que integra UNIR y otras iniciativas académicas internacionales.

Su enfoque de gestión combina crecimiento sostenible, excelencia acreditada y transformación digital con una visión de impacto social: ampliar el acceso a la universidad mediante modelos online de alta calidad.

Modelo UNIR: innovación digital con acompañamiento humano

UNIR se ha posicionado como una referencia de la educación superior online en el mundo hispanoparlante. Todo, gracias a un modelo que integra metodologías activas, campus virtual avanzado y docencia síncrona (clases en directo) junto a contenidos multimedia y recursos accesibles bajo demanda. Esta arquitectura académica se apoya en tres principios:

  • Flexibilidad real: aulas virtuales en directo que quedan grabadas, recursos 24/7 y evaluación continua.
  • Cercanía docente: tutor personal, seguimiento sistemático y feedback individualizado.
  • Transferencia profesional: programas orientados a resolver problemas reales, con proyectos y casos aplicados.

El objetivo no es solo enseñar en digital, sino enseñar mejor en digital: que las tecnologías potencien el aprendizaje, la interacción y la evaluación sin sustituir el juicio académico ni la relación humana.

El profesorado como eje de la calidad

La estrategia de Arrufat sitúa al claustro en el centro del proyecto. UNIR reúne más de 3.000 profesores, con un porcentaje diferencial de doctores y un volumen significativo de acreditados por agencias oficiales. Esta base cualitativa permite mantener una docencia exigente y a la vez cercana, actualizada por la propia actividad investigadora del profesorado. Los resultados se observan en:

  • Planes de estudio vivos: los avances científicos y profesionales del claustro se incorporan a las asignaturas con agilidad.
  • Competencias transversales: pensamiento crítico, comunicación, toma de decisiones y trabajo colaborativo en contextos digitales.
  • Reputación académica: reconocimientos y evaluaciones externas que respaldan la calidad del modelo online.

El claustro no solo transmite conocimiento; también lo genera y aplica. Ese triángulo —docencia, investigación y transferencia— es la seña de identidad que diferencia a UNIR en el panorama digital.

Formación continua del claustro e integración responsable de la IA

Desde la dirección, se ha defendido que la universidad que ignore la Inteligencia Artificial perderá relevancia. Por ello, UNIR impulsa un Plan Anual de Formación del Profesorado que actualiza competencias pedagógicas y tecnológicas. La IA se integra con un enfoque práctico y ético:

  • Optimización de la docencia: automatización de tareas repetitivas para liberar tiempo hacia tutorización y feedback de calidad.
  • Personalización del aprendizaje: analítica educativa para ajustar ritmos, recursos y evaluación al perfil del estudiante.
  • Ética y transparencia: pautas claras de uso responsable de herramientas inteligentes, preservando la autoría académica y el juicio humano.

El resultado es un claustro más eficiente y cercano, que usa la tecnología como acelerador del aprendizaje, nunca como sustituto del profesor.

Empleabilidad y conexión con el mercado

UNIR refuerza la relación entre aprendizaje y trabajo a través de alianzas con empresas e instituciones, ferias virtuales de empleo y actividades de orientación profesional. Muchos docentes desarrollan su carrera simultáneamente en organizaciones públicas y privadas, lo que enriquece las clases con casos reales y tendencias sectoriales.

Esta permeabilidad permite ajustar los programas a las demandas emergentes (nuevos perfiles digitales, regulación sectorial, herramientas profesionales), favoreciendo una inserción laboral más rápida y una recualificación efectiva de perfiles en activo.

Investigación aplicada, calidad y juicio humano

La calidad en UNIR no se limita a indicadores de actividad o acreditación del profesorado. En los foros académicos, el claustro destaca por mantener el juicio humano en un contexto de automatización creciente: evaluar con criterio, diseñar experiencias de aprendizaje, tutelar progresos y corregir sesgos tecnológicos.

La investigación —individual y en grupos— alimenta la mejora docente y la transferencia de conocimiento a la sociedad, cerrando el círculo entre rigurosidad, innovación y utilidad pública.

Liderazgo y gobierno académico

El estilo de dirección combina visión empresarial y misión educativa. El crecimiento se articula con criterios de sostenibilidad institucional:

  • Inversión en plataformas, contenidos y talento.
  • Evaluación de la docencia e impulso de la mejora continua.
  • Consolidación de una cultura universitaria orientada a resultados que importan al estudiante: aprender más y mejor, validar competencias y progresar profesionalmente.

El gobierno académico —comités, aseguramiento de la calidad, revisión de titulaciones— funciona como un sistema de verificación permanente para alinear objetivos, medios y resultados.

Impacto social y acceso a la educación superior

Una de las notas distintivas del proyecto es su vocación de ampliar el acceso. El modelo online reduce barreras geográficas, familiares o laborales y permite compatibilizar estudios con responsabilidades profesionales.

En este marco, UNIR vertebra su misión en torno a la equidad y la movilidad social: becas y apoyo académico, flexibilidad horaria, aprendizaje por proyectos y acompañamiento que atiende a la diversidad de perfiles. La tecnología aquí es un medio para democratizar oportunidades, no un fin en sí mismo.

Qué aporta este modelo al estudiante

  • Experiencia docente cercana: tutor personal, clases en directo y retroalimentación constante.
  • Actualización permanente: contenidos y casos alineados con la práctica profesional y la investigación del claustro.
  • Flexibilidad real: itinerarios compatibles con el trabajo y la vida familiar, con recursos accesibles 24/7.
  • Orientación a resultados: evaluación continua y proyectos que acreditan competencias transferibles al empleo.

Confianza y rigor: estándares de calidad, aseguramiento académico y ética en el uso de tecnología e IA.

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Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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