La ciudad española donde la gente es más feliz es Almería. Así lo indica el Spain Happy Index ampliamente difundido por El Mundo.

La puntuación de la ciudad costera es de 92,7 sobre 100. Le siguen Alicante (90,02), Málaga (88,89), Melilla (88,76) y Valencia (88,06). Le sigue Las Palmas de Gran Canaria con 87,34.

A la felicidad de sus ciudadanos contribuyen sobre todo las condiciones medioambientales, el clima, las playas y el ritmo de vida, evidentemente más sostenible que en las grandes ciudades del interior ibérico.

Pero, si los españoles son tan felices en estas ciudades, ¿cómo se explica el consumo de contenidos sexuales online? Un mercado en constante crecimiento y que parece no conocer crisis. Empezando por los juguetes sexuales, que, según una encuesta de Statista realizada a más de 5.000 españoles de entre 18 y 60 años, tienen entre dos y cinco juguetes para adultos en sus casas (61% de los encuestados), llegando a diez en el 20,3% de los casos. Sólo un 1,4% dice no tener ni uno.

Pero la diversión online no es el único aspecto que hace reflexionar sobre la felicidad de los españoles.

Más curiosos aún son los datos sobre la presencia de trabajadoras sexuales en las ciudades ibéricas de la felicidad.

Siempre según Statista, la presencia de escorts precisamente en la ciudad más feliz es de 4,6 por cada 1.000 habitantes.

españoles felices

Así lo confirma también la famosa web Escort Advisor, que cada año elabora un ranking real de las mejores escorts de España, basándose en las opiniones de los usuarios. En Almería, según el sitio de reseñas, hay al menos 109 escorts profesionales. En Alicante 850, en Málaga 778 y en Valencia más de 1000.

¿Debemos concluir que la felicidad de los españoles no sólo depende del buen tiempo, sino también de cierta vivacidad amorosa?

Según el psiquiatra estadounidense Robert Waldinger, responsable del Estudio de Harvard sobre la Felicidad Humana, el secreto de la felicidad consiste en tener al menos dos personas de confianza en la vida, a las que uno pueda recurrir en caso de necesidad. Resulta que una de esas dos podría estar en el ámbito de la vida sexual.

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