
En las profundidades montañosas de la provincia de Guizhou, en el suroeste de China, se erige una obra maestra de la ingeniería civil que redefine los límites de lo posible: el Puente del Gran Cañón de Huajiang. Con una altura impresionante de 625 metros desde su cubierta hasta el lecho del río Beipan, este puente colgante no solo se corona como el más alto de China, sino del mundo entero, superando al anterior récord del Puente Duge, también en Guizhou, que mide 565 metros. Su inauguración, prevista para finales de septiembre de 2025, marcará un hito en la historia de la arquitectura de puentes, transformando un cañón remoto en un eje de conectividad y turismo.
Guizhou, una región caracterizada por su topografía kárstica accidentada, con montañas escarpadas y cañones profundos, ha sido durante décadas un desafío para la infraestructura. Más del 92% de su territorio está cubierto por colinas y montañas, lo que ha impulsado a China a invertir en una red de puentes y autopistas que conecten sus áreas rurales con los centros urbanos. En este contexto, el Puente Huajiang emerge como el pináculo de esta ambición. Forma parte de la autopista Liuzhi-Anlong, un corredor vital que une ciudades como Guiyang y Anshun, fomentando la integración económica en una provincia históricamente aislada y económicamente deprimida. Antes de su construcción, cruzar el cañón Huajiang, conocido localmente como la «grieta de la Tierra», requería más de 70 minutos de viaje serpenteante por caminos estrechos y peligrosos. Ahora, con este puente, el trayecto se reducirá a apenas un minuto, un cambio que promete revitalizar la economía local y atraer turistas de todo el mundo.
Del Aislamiento a la Conexión Nacional
La historia del Puente Huajiang se remonta a la década de 1990, cuando China lanzó el Sistema Nacional de Carreteras Troncales, un plan ambicioso para construir una red de autopistas que uniera el país de norte a sur y de este a oeste. Guizhou, con su geografía hostil, se convirtió en el epicentro de esta revolución infraestructural. Desde entonces, la provincia ha construido más de 30.000 puentes, incluyendo la mitad de los 100 puentes más altos del mundo. El río Beipan, que serpentea a través de cañones profundos, ha sido testigo de tres récords mundiales sucesivos: el Puente Guanxing en 2003, el Puente Duge en 2016 y ahora el Huajiang en 2025.
La decisión de construir este puente se basó en necesidades prácticas: revitalizar áreas rurales, promover el turismo y mejorar la conectividad. El cañón Huajiang, ubicado en el condado de Zhenfeng, es un paisaje kárstico único, con formaciones rocosas dramáticas y una biodiversidad rica, pero su aislamiento ha limitado el desarrollo. El proyecto, con un costo estimado de 280 millones de dólares, no solo es una hazaña técnica, sino una herramienta para el desarrollo sostenible. Según Chen Jianlei, subdirector del Departamento de Transporte de Guizhou, «la finalización del Puente del Gran Cañón de Huajiang fortalecerá los lazos económicos entre Guiyang, Anshun y Qianxinan, fomentando la integración económica regional».
Un Puente Colgante Adaptado a lo Extremo
Desde el punto de vista arquitectónico y de ingeniería civil, el Puente Huajiang es un puente colgante con truss de acero rígido, una estructura que combina elegancia y robustez. Su longitud total alcanza los 2.890 metros, con un vano principal de 1.420 metros, lo que lo convierte en uno de los más largos de su tipo en terreno montañoso. Las torres principales miden 262 metros en el lado norte y 205 metros en el sur, adaptadas al desnivel del cañón. El diseño incorpora elementos clásicos reminiscentes de puentes icónicos como el Golden Gate, con conexiones en capas y retrocesos dramáticos en las torres, evocando un estilo Art Deco.
Los materiales utilizados son claves para su resistencia: truss de acero endurecido para el vano principal, con un peso total de 22.000 toneladas —equivalente a tres Torres Eiffel— y torres de hormigón de alta densidad. La profundidad del truss se aumentó de 7,5 a 8 metros para soportar el peso adicional de atracciones turísticas, como un elevador de vidrio y plataformas de observación. Los ingenieros enfrentaron desafíos extremos: vientos fuertes en el cañón, variaciones térmicas diarias que causan expansión y contracción del metal, y la necesidad de anclajes precisos en terreno kárstico inestable.
Para mitigar estos riesgos, se emplearon sensores de viento en ambas montañas, que proporcionan datos en tiempo real, y un diseño aerodinámico que minimiza la resistencia al viento. Además, se utilizó cemento de alta densidad y armaduras excesivas para contrarrestar los efectos térmicos a largo plazo. Wu Chaoming, ingeniero senior del proyecto, enfatizó el rol de equipos especializados: «El peso significativo y el enorme vano de los componentes estructurales plantearon enormes desafíos, requiriendo tecnologías avanzadas de elevación y transporte con sistemas de monitoreo inteligente».
Tres Años de Innovación y Precisión
La construcción comenzó el 18 de enero de 2022, y en solo tres años, el puente ha pasado de planos a realidad, un ritmo impresionante comparado con proyectos similares en Occidente, que podrían tomar de cinco a diez años. En abril de 2023, la primera torre alcanzó los 199 metros, y en enero de 2024 se instaló el primer cable. El 17 de enero de 2025, se colocó la última sección, completando la estructura principal.
Se utilizaron grúas por cable guiadas por satélite para alinear 93 segmentos de truss, cada uno pesando hasta 215 toneladas, a cientos de metros de altura. La compañía sueca Alimak proporcionó elevadores de construcción basados en tecnología de cremallera y piñón, esenciales para transportar materiales a alturas de hasta 190 metros. A pesar de las condiciones climáticas adversas —vientos constantes y fluctuaciones térmicas—, el proyecto avanzó con un 95% de completitud a principios de 2025.
Recientemente, en agosto de 2025, el puente superó una prueba crítica de carga: 96 camiones con un peso total de 3.360 toneladas se desplegaron durante cinco días para verificar su integridad estructural. Esta prueba, supervisada por expertos, confirmó su seguridad y preparó el terreno para la inauguración.
Más Allá de la Ingeniería
El impacto del Puente Huajiang trasciende la ingeniería. Económicamente, impulsará el comercio y el turismo en Guizhou, una de las provincias más pobres de China. Pueblos como Huajiang, que perdieron vitalidad con puentes anteriores que desviaron el tráfico, ahora esperan un renacimiento con la llegada de visitantes. El puente incluye atracciones como una pasarela de 800 metros con pisos de vidrio, un bar de observación estelar en la torre sur, y el bungy jump más alto del mundo a 2.020 pies sobre el río. Un centro turístico al estilo de Zaha Hadid narrará la historia del cañón y el puente, con bungalows para pernoctar.
Ambientalmente, el diseño minimiza el impacto visual en el cañón, con un perfil delgado que reduce la interrupción del ecosistema kárstico. Sin embargo, críticos señalan posibles efectos en la biodiversidad local, aunque las autoridades afirman que se priorizó la sostenibilidad.
Socialmente, el puente simboliza el progreso chino, conectando comunidades aisladas y promoviendo la equidad regional. Zhang Shenglin, ingeniero jefe, lo describe como «un superproyecto que muestra las capacidades de ingeniería de China y eleva a Guizhou como destino turístico de clase mundial».
Hacia el Futuro
Con la inauguración en septiembre de 2025, el Puente Huajiang no solo romperá récords, sino que inspirará futuras generaciones de ingenieros. En un mundo donde la infraestructura enfrenta desafíos climáticos y urbanos crecientes, esta obra demuestra cómo la innovación puede superar barreras naturales. Para la arquitectura e ingeniería civil, representa un avance en puentes colgantes en entornos extremos, estableciendo nuevos estándares de seguridad y eficiencia.
En resumen, el Puente del Gran Cañón de Huajiang es más que una estructura: es un puente hacia el progreso, uniendo no solo tierras, sino sueños y realidades en el corazón de China. Su legado perdurará, elevando la ingeniería civil a nuevas alturas literales y figuradas.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.





