Mantener las tuberías en buenas condiciones es una tarea que muchas veces se deja para cuando surge una urgencial Entre edificios antiguos, instalaciones comunitarias complejas y un uso intensivo del agua en viviendas y locales, los atascos pueden convertirse en un problema recurrente si no se actúa con prevención. Contar con la experiencia de especialistas como Desatec Barcelona permite entender qué prácticas marcan la diferencia para evitar averías y gastos innecesarios. A partir de su experiencia diaria atendiendo incidencias en toda el área metropolitana, estas son las recomendaciones más eficaces para mantener el saneamiento en perfecto estado y evitar esas situaciones incómodas que suelen aparecer justo cuando menos conviene.
La prevención es, de hecho, la forma más económica y rápida de evitar que una pequeña obstrucción termine generando daños mayores. Un atasco no solo implica malos olores o lentitud en los desagües, sino que puede derivar en fugas, humedades o incluso en problemas estructurales si se deja avanzar. Por eso, aplicar hábitos responsables y realizar revisiones periódicas es clave para que el sistema funcione sin interrupciones durante años.
1. Controlar qué se arroja al inodoro y al fregadero
Una de las causas más frecuentes de atascos en Barcelona tiene que ver con el mal uso de los desagües. Los expertos insisten en que muchos problemas podrían evitarse simplemente utilizando basuras y papeleras en lugar del inodoro como contenedor de residuos. Toallitas húmedas, bastoncillos, compresas, pañales, restos de algodón o incluso pequeñas cantidades de papel demasiado grueso pueden acumularse y formar bloqueos difíciles de eliminar si se mezclan con la cal del agua y los restos orgánicos. Lo mismo ocurre con el aceite de cocina, que al verterse caliente parece líquido, pero al enfriarse se solidifica y se adhiere a las paredes de la tubería.
En las cocinas, utilizar rejillas o filtros en el fregadero ayuda a retener restos de comida que, si pasan al desagüe, se descomponen y generan obstrucciones y malos olores. Este pequeño gesto marca una diferencia enorme a medio plazo y supone uno de los métodos más sencillos de prevención.
2. Realizar limpiezas periódicas con métodos adecuados
Aunque los desagües se utilicen de forma correcta, siempre se produce cierta acumulación de jabón, grasa o minerales que pueden reducir el diámetro de las tuberías. Por eso, los especialistas recomiendan realizar limpiezas preventivas cada cierto tiempo, sobre todo en viviendas antiguas o con un uso intensivo del agua. Estas limpiezas pueden hacerse con agua caliente, productos específicos no corrosivos o soluciones caseras como una mezcla de vinagre y bicarbonato, que ayuda a desincrustar residuos sin dañar el sistema.
Sin embargo, cuando el problema ha avanzado o aparece de manera recurrente, lo más adecuado es solicitar una limpieza profesional con equipos de presión o sistemas de hidrolimpieza. Este tipo de intervención devuelve a la tubería su capacidad original y evita atascos a medio plazo.
3. Revisar el estado de las instalaciones en comunidades y locales
Barcelona tiene un parque inmobiliario muy variado, y muchos edificios cuentan con instalaciones antiguas o tuberías de materiales que con el tiempo se deterioran. Las comunidades de vecinos deberían revisar con cierta periodicidad el estado de las bajantes y los elementos comunes, ya que un atasco en estas zonas afecta a varias viviendas a la vez. Dejar pasar el tiempo suele incrementar el coste de la reparación y el riesgo de que aparezcan humedades, filtraciones o malos olores en rellanos y patios interiores. Ademas, es algo que no va a acabar con el problema.
4. Evitar productos corrosivos que dañen las tuberías
En muchos hogares se recurre rápidamente a productos químicos muy agresivos cuando aparece un atasco, pero estos pueden provocar daños a medio plazo en materiales antiguos, juntas o conexiones. Aunque en algunos casos pueden ofrecer un alivio momentáneo, lo cierto es que a menudo solo desplazan la obstrucción más abajo o deterioran la tubería, generando problemas más serios.
5. Apostar por inspecciones preventivas con cámara
Una forma cada vez más habitual de prevenir incidencias es realizar inspecciones con cámara en tuberías y arquetas. Esta técnica permite detectar fisuras, puntos de acumulación o zonas críticas antes de que se conviertan en un atasco grave. Los equipos avanzados ofrecen una visión completa del interior de las conducciones, lo que facilita planificar una intervención precisa sin necesidad de obras invasivas.
En zonas con raíces, desniveles o instalaciones antiguas, estas inspecciones marcan la diferencia. Además, permiten obtener un diagnóstico claro y validar que cualquier reparación se ha realizado correctamente. Es una inversión que muchas comunidades en Barcelona ya están adoptando para evitar imprevistos costosos.
Las tuberías, como cualquier otra parte de la vivienda, necesitan cuidados regulares para funcionar de forma segura y eficiente. La experiencia de empresas especializadas como Desatec demuestra que la prevención es la mejor herramienta para evitar gastos, molestias y daños en la vivienda o negocio.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.





