El estrés hídrico por la sequía es la hipótesis principal del Ayuntamiento de Barcelona sobre la caída de la palmera que mató a una chica en el barrio del Raval.
Según ha explicado el jefe de gestión del arbolado de Parques y Jardines, Joan Guitart, es la hipótesis principal por ahora, a la espera de las conclusiones finales del informe encargado y el análisis de la palmera fracturada.
Por ello, como medida a corto plazo, se ha optado por regar todas las palmeras datileras de características parecidas a la caída. Desde que se fracturó la palmera de la plaza de Emili Vendrell el pasado jueves, los técnicos de Parques y Jardines ya han revisado un centenar de palmeras datileras, de las que han cortado ocho preventivamente.
Se han cortado porque presentaban un estrechamiento del tronco parecido a la que cayó. De entrada, el consistorio dijo que se revisarían 800, pero ahora la cifra se eleva hasta 900. Según datos del Ayuntamiento, hay 12.000 palmeras, de las cuales 2.500 de la especie datilera. Así, de esas 2.500 que hay en calles y plazas de la ciudad se revisarán unas 900.
En marzo, los vecinos que viven frente a la palmera ya habían tramitado una incidencia en el ayuntamiento avisando de que estaba en mal estado. Cada vez estaba más inclinada hacia su edificio y había un nido de pájaros que pesaba mucho y doblaba el tronco.
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