La administración de Joe Biden trata de poner límites al poder de las grandes tecnológicas, y este martes ha planteado un pulso a Amazon.

La Comisión Federal de Comercio (FTC) y los fiscales generales de diecisiete estados de EE.UU. han presentado una demanda a la compañía de Jeff Bezos para ejercer «ilegalmente» prácticas monopolísticas contrarias a la competencia.

Concretamente, se le acusa de inflar los precios, priorizar sus productos, degradar la calidad del servicio y perjudicar la competencia al exigir a los vendedores de la plataforma que utilicen sus servicios logísticos –una referencia a su red de transportistas y almacenes– o que vendan en Amazon a precios más bajos que a cualquier otra web.

La demanda llega tras múltiples quejas de que Amazon y otras empresas «big tech» abusan de su dominio en las páginas de búsqueda y en el comercio en línea. Google y las plataformas Meta (Facebook) también han sido investigadas por la justicia norteamericana.

En el escrito que se ha presentado en el tribunal federal de Seattle, Washington, donde está la sede de Amazon, la FTC ordena a la compañía que detenga su «conducta ilegal»: «Si no se controla, Amazon continuará comportándose ilegalmente para mantener su poder de monopolio. Hay que poner fin a la conducta ilegal de Amazon, que deje ir el control monopolístico, y restablezca la promesa perdida de competencia».

Una de las medidas que proponen los demandantes para restaurar la competencia justa es lo que se llama un «alivio», es decir, que la empresa se venda uno de sus activos.

Por su parte, Amazon ha respondido a la demanda calificó «de error» y advirtiendo de los perjuicios a los clientes si aumentan los precios y las entregas se vuelven más lentos. Así lo ha dicho su consejero general, David Zapolsky: «Las prácticas que la FTC reprueba han estimulado la competencia y la innovación en la industria minorista. Hay más variedad, se ofrecen precios más bajos y entregas más rápidas a los clientes de Amazon. Y hay más oportunidades para las empresas que venden a través de nuestra tienda.»

Tras el anuncio de la demanda contra la gigante empresa tecnológica, el precio de las acciones de Amazon han caído un 3,3%.

«Amazon amenaza el estado de derecho»

«Ninguna corporación ha centralizado nunca tanto poder en tantos sectores cruciales. Si no se controla, el poder de Amazon amenaza el estado de derecho y nuestra capacidad de mantener mercados abiertos y gobernados democráticamente», ha dicho Stacy Mitchell, portavoz del Institute for Local Self-Reliance, una ONG de defensores jurídicos que han promovido la demanda de la administración Biden.

La necesidad de tomar medidas contra el «big tech» ha sido de los pocos consensos en los que se han encontrado demócratas y republicanos. Durante el mandato de Donald Trump, el Departamento de Justicia y la FTC abrieron investigaciones contra Google, Facebook, Apple y Amazon.

El Departamento de Justicia ha demandado a Google en dos ocasiones: una, por el negocio de su motor de búsqueda, y la otra, por la tecnología publicitaria. La FTC demandó a Facebook durante la presidencia de Trump, y con Biden se ha profundizado en la investigación.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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