El gobierno de la Generalitat de Cataluña decretará la excepcionalidad por sequía en siete nuevas áreas, una decisión que ampliará a más del doble, de 224 a 495, a los municipios en esta situación. La portavoz del ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, también ha anunciado «un paso más» en las restricciones que limitarán algunos usos del agua. Por un lado, se reducirá al 40% para usos agrícolas y al 15% para usos industriales.

Además, se prohibirá el riego de zonas verdes públicas y privadas, y la limpieza de calles con agua potable. La dotación de agua será de 230 litros por habitante y día. La medida anunciada este martes afecta al embalse Darnius-Boadella y a las cabeceras del Ter, medio Llobregat, Anoia, Empordà, Serralada Transversal y Prades-Llaberia.

La monitorización de las reservas de agua, tanto de embalses, en este caso el de Darnius-Boadella, como de acuíferos o pluviometría, recomiendan pasar al estado de excepcionalidad para racionalizar aún más el consumo a pesar de que las lluvias se hayan producido precisamente en la cabecera del Ter y el Llobregat.

Por su parte, el director de la Agencia Catalana del Agua, ACA, Samuel Reyes califica las lluvias de este fin de semana de «positivas pero insuficientes» y anuncia que siete nuevas unidades entran en excepcionalidad. Esta medida se ha aprobado en la reunión interdepartamental para la sequía que se ha celebrado previamente al Consell Executiu de este mediodía.

Samuel Reyes ha señalado que las lluvias caídas este fin de semana se ha retrasado alrededor de dos semanas tener que entrar en situaciones más críticas en un futuro. Ha querido destacar las buenas previsiones de lluvia que hay de cara al fin de semana que viene y la importancia de que vaya lloviendo de manera gradual y no torrencialmente en poco tiempo.

Reyes ha recordado que se reduce el abastecimiento de agua a 230 litros por habitante y día y se reduce un 40% el agua para usos agrícolas y un 15% para usos industriales. También hay reducciones en los usos lúdicos, consistentes en runa reducción del 15% en usos asimilables y 50% en riego.

La excepcionalidad también supone la prohibición del riego de zonas verdes, tanto públicas como privadas. Solo se permite regar gota a gota o con regadera para mantener vivo la vegetación y el arbolado. Finalmente, se prohíbe la limpieza de calles con agua potable.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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