Unas 400 personas se han reunido este domingo ante la comisaría de la Policía Nacional de la vía Laietana. Diferentes asociaciones de memoria histórica, Òmnium Cultural e Irídia han convocado esta concentración para reclamar, una vez más, la transformación de la jefatura en un centro para la memoria y en contra de las torturas que se produjeron durante el franquismo. Bajo el lema «Via Laietana, 43, hacemos justicia, hacemos memoria», el acto se realiza a pocas horas de cumplirse 48 años de la muerte del dictador Francisco Franco.
«Las excusas no son válidas»
El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha denunciado que el espacio de la vía Laietana es «el epicentro de la vergüenza de un estado que no ha tenido los ojos de su pasado» y ha reclamado la transformación de la jefatura en un centro de memoria, tal y como aprobaron las Cortes españolas hace seis años. «Las excusas ya no son válidas», ha concluido. Cèlia Carbonell, del colectivo Irídia, el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos, también ha añadido: «La conversión de Laietana, 43 es un paso adelante para la garantía de no repetición y de reparación individual, pero también colectiva de la ciudad de Barcelona».
Testimonios en primera persona
En el acto también se han podido oír diferentes voces de los que sufrieron esta tortura por parte de la brigada político-social de Franco. Es el caso de Carles Vallejo, presidente de la Asociación Catalana de Expresos Políticos del Franquismo y del Amical de Mauthausen y Otros Camps y que sufrió la tortura de la brigada político-social en la vía Laietana, cuando sólo tenía 20 años, por pertenecer a Comisiones Obreras.
Vallejo ha sido claro: «Siempre que este espacio siga siendo un espacio policial, la sombra del dolor se proyectará en los funcionarios que trabajan en él». También ha hablado Marina Ferrandiz, que con 17 años sufrió torturas en la comisaría durante 32 días. Ferrandiz junto con Irídia han presentado una querella en los juzgados por tortura.
Los organizadores también han querido hacer un llamamiento a las administraciones para acelerar la transformación de la comisaría en un centro de memoria. Diferentes cantautoras han puesto la nota artística a este acto reivindicativo.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.